Es una palabra japonesa para referirse a un prostíbulo en donde los hombres pueden ser bañados por otras mujeres. Debido a que la prostitución fue declarada ilegal el siglo pasado en Japón, esta ilegalidad vino acompañada de una carente definición del término “sexo”, lo que implica que los “soapland” no infringen la ley, puesto que no hay penetración.
De hecho, si logras convencer a la masajista para que tengan relaciones en otro lugar (ya sea un motel o tu propio departamento), no se está infringiendo la ley debido a que existe un mutuo acuerdo por ambas partes. Incluso si le das dinero después de eso, puedes alegar que simplemente se lo estabas “regalando” de buena fe, y no dándole pago por un servicio.
Es bastante interesante la forma en la que las mujeres japonesas que se dedican al oficio más antiguo del mundo se las ingenian para evadir una ley antigua y anticuada, sin embargo, hoy no venimos a criticar la historia actual de Japón, sino una curiosa situación que se reportó recientemente. Hay demasiados “soapland” en Japón, tantos que a veces es necesario que se promocionen de “forma distinta” para hacerse notar sobre los demás.
Eso fue lo que hizo el local “Relaxation Watermelon (リラクゼーション スイカ)“, que colocó un cartel publicitario ofreciendo sus servicios de masaje de 30 minutos por 3000 yenes (22 dólares), baño de burbujas de 40 minutos por 5000 yenes (37 dólares) o masaje akasuri de 30 minutos por 5000 yenes (37 dólares). Sin embargo, lo que llamó la atención es que la chica que aparece en la promoción es nada más y nada menos que Nijika Ijichi, la popular chica de Bocchi the Rock!.
Incluso el propio artista de la ilustración original, “Tsuezu (つえづ)“, quedó sorprendido cuando notó un intenso volumen de búsquedas de su visual, e incluso quedó todavía más impactado cuando se dio cuenta del uso que le habían dado a su trabajo.
En fin, toda esta situación atrajo comentarios, destacando:
- «Oh no, por favor, no manchen la popularidad de Bocchi the Rock!».
- «Me sorprende que el local esté al tanto de que un personaje de anime llama más la atención de los hombres que una mujer real».
- «Bueno, la madre de Nijika-chan deberá comprender las circunstancias de su hija al elegir este empleo».
- «No estoy seguro, pero, ¿puede el artista original demandar al local? El problema es que el personaje de la ilustración no es realmente suyo».
- «Siendo sinceros, realmente me interesó el local cuando vi a Nijika-chan».
- «Nijika-chan no es una chica que se metería a ese tipo de negocios, creo».
- «Los establecimientos de este tipo ya tienen una vía de salida, las IA. ¿Quién rayos les va a echar la bronca si ellos mismos generan sus propios visuales de anime?».
Fuente: Otakomu