Atreves de la cuenta de hirokatz ha realizado un análisis fascinante sobre cómo ha evolucionado y prosperado esta subcultura a lo largo del tiempo del anime ha experimentado una transformación notable a lo largo de los años. En su reflexión, hirokatz destacó la aceptación y el rechazo que la industria del anime ha experimentado a lo largo de las décadas, así como el cambio en la percepción pública de los aficionados al anime, también conocidos como otakus.
No es sorpresa para nadie que el anime y la cultura otaku están viviendo un período de popularidad sin precedentes en la actualidad. Lo que solía ser considerado un nicho cultural se ha convertido en un fenómeno global, y las expectativas son que esta tendencia no solo persista, sino que también continúe creciendo en los diferentes mercados de todo el mundo. Este análisis de hirokatz nos proporciona una visión más profunda de cómo ha evolucionado la percepción y la aceptación de la cultura otaku en Japón y más allá.
El punto de partida de esta reflexión fue la visita de hirokatz a la tienda de productos de anime más popular de Japón, Animate en Ikebukuro. Lo que observó allí fue un testimonio tangible de la evolución de la cultura otaku. Su comentario inicial fue revelador: «Cuando fui a Ikebukuro Animate para un estudio social, me sorprendió mucho ver una gran multitud de clientes elegantes, adolescentes y veinteañeros».
Este contraste con las décadas anteriores es notable. Durante los años 80 y 90, la cultura otaku estaba envuelta en una especie de oscuridad y era considerada una subcultura minoritaria. La tienda Animate, en ese entonces, no atraía a multitudes y estaba frecuentada principalmente por mujeres. La percepción social de los otakus y su pasión por el anime estaba cargada de estigma. Los pocos varones que se aventuraban a entrar en la tienda se sentían avergonzados y deseaban salir lo más rápido posible para evitar posibles burlas o juicios.
Sin embargo, el análisis de hirokatz revela un cambio profundo en la cultura otaku. Hoy en día, personas de todas las edades comparten esta pasión por el anime sin ningún tipo de pena ni miedo al juicio de los demás. Lo que solía ser visto como algo feo y vergonzoso se ha convertido en algo completamente aceptable y, en muchos casos, celebrado. La cultura anime ha ganado a muchas personas, haciéndolas participar abiertamente en la comunidad sin temor a ser juzgadas como en el pasado.
Uno de los cambios más notables destacados por hirokatz es la transformación del género «Moe«. En el pasado, el género Moe era muy atractivo para los otakus y estaba en el centro de la industria del anime. Sin embargo, esta nueva generación de otakus muestra un menor interés en él, lo que refleja una evolución en los gustos y preferencias dentro de la comunidad.
La percepción pública del anime y la cultura otaku ha cambiado drásticamente. Lo que alguna vez fue considerado un pasatiempo oscuro y marginal ahora se ha convertido en una parte integral de la cultura pop global. La aceptación y la apertura hacia esta subcultura han permitido que los aficionados al anime se unan en comunidades sólidas y compartan su amor por esta forma de entretenimiento de manera abierta y orgullosa.
El análisis de hirokatz resalta cómo el anime ya no es exclusivo de un grupo reducido de personas, sino que ha trascendido las barreras generacionales y de género. La diversidad de edades y géneros que se observa en la tienda Animate de Ikebukuro es un testimonio de cómo el anime ha logrado conectar con una audiencia mucho más amplia y diversa.
Fuente: hirokatz