Se a informado que el fundador de Midjourney, un programa de inteligencia artificial con sede en San Francisco, ha admitido que extrajo unas 100 millones de imágenes de Internet, muchas de ellas sin permiso de los creadores oficiales de anime y manga.
Vía Petapixel, el fundador de Midjourney, David Holz, admitió en una entrevista reaparecida que el sitio ha copiado alrededor de 100 millones de imágenes, revelando a Forbes cómo se hizo. «Es sólo una gran descarga de Internet. Utilizamos los conjuntos de datos abiertos que se publican y nos entrenamos en ellos. Y yo diría que es algo que hace el 100% de la gente. No fuimos quisquillosos». Dijo que no buscaron el consentimiento de artistas vivos ni de obras que aún estuvieran protegidas por derechos de autor, y añadió: «No. Realmente no hay forma de conseguir cien millones de imágenes y saber de dónde proceden».
El argumento de Holz para explicar por qué Midjourney no buscó el consentimiento se deriva de lo que él considera una falta de método de identificación adecuado de qué arte pertenece a quién. «Sería genial que las imágenes tuvieran metadatos incrustados sobre el propietario de los derechos de autor o algo así. Pero eso no existe; no hay un registro». En cuanto a la opción de exclusión, añade: «Lo estamos estudiando. El reto ahora es averiguar cuáles son las normas y cómo averiguar si una persona es realmente el artista de una obra concreta o sólo pone su nombre. No hemos encontrado a nadie que quiera que se elimine su nombre del conjunto de datos que hayamos podido encontrar».
Aunque demostrar la propiedad original puede ser más difícil para los artistas más pequeños, el expediente de artistas utilizados por Midjourney incluye creadores de alto perfil y fácilmente verificables como Eiichiro Oda de “One Piece”, Masashi Kishimoto de “Naruto” y miles de artistas más. A pesar de ello, los usuarios de Midjourney pueden generar arte de IA basado en sus obras. Recientemente, la asociación de anime NAFCA se sentó con Magmix y los desarrolladores de IA ética Anime Chain para debatir qué se podía hacer ante el auge de la IA en la creación de arte. Anime Chain argumentó que la IA era inevitable y que los creadores de anime debían tomar la iniciativa antes de que las grandes tecnológicas monopolizaran el campo.
Fuente: Forbes