Se a informado que el gobierno japonés enfrenta serias preocupaciones por posibles boicots en medios de comunicación, tras la reciente publicación de un informe de las Naciones Unidas que destacó problemas de explotación laboral dentro de los estudios de animación japoneses. De acuerdo con un miembro del comité de la ONU, estos boicots podrían llevar a la eliminación o prevención de la transmisión de anime en plataformas como Netflix y Amazon Prime Video. Un artículo de Nikkei Business reveló que la visita del Consejo de Derechos Humanos de la ONU en julio de 2024 a Japón ha sacado a la luz “graves problemas dentro de la industria del entretenimiento y los medios”, con un enfoque particular en los sectores de animación e idols.
Entre las principales preocupaciones destacan los salarios insuficientes para los animadores, jornadas laborales excesivas, falta de mano de obra y la ausencia de protección legal para los trabajadores contratados, que representan aproximadamente el 30% del talento en la industria. El informe del Consejo hizo un llamado urgente para que las empresas en este sector, incluidas las comités de producción de anime, tomen medidas para garantizar condiciones laborales dignas para los animadores y evitar un posible colapso de la industria.
Las comités de producción, responsables de financiar la creación de animes, suelen estar formadas por inversores de grandes empresas de medios, producción o merchandising. Este sistema ha sido criticado porque, a pesar de que la industria del anime ha superado los 20 mil millones de dólares, los animadores tienen dificultades para acceder a las ganancias, ya que las empresas de animación no suelen poseer los derechos de propiedad intelectual de las obras que producen, lo que limita su participación en los ingresos generados por la exportación de series.
En este contexto, Pichamon Yeophantong, miembro del Grupo de Trabajo sobre Empresas y Derechos Humanos de la ONU, ofreció una conferencia de prensa en Japón. Cuando se le preguntó si los hallazgos del informe podrían derivar en boicots por parte de plataformas de streaming como Netflix y Amazon Prime, respondió que “siempre existe ese riesgo” y que las violaciones de derechos humanos deben ser abordadas.
Como respuesta a la publicación del informe, el gobierno japonés estableció el Consejo Público-Privado para la Industria de Contenidos, una entidad que busca proporcionar un programa integral de apoyo a los creadores, desde su descubrimiento y formación hasta la promoción de su producción artística y expansión internacional. El consejo también abordará las prácticas laborales y las relaciones comerciales en la industria, asegurando que los creadores trabajen en un entorno saludable y reciban una compensación adecuada. Entre los miembros del consejo se encuentran destacados directores japoneses como Hirokazu Kore-eda y Takashi Yamazaki.
Un eventual boicot del anime representaría un golpe financiero importante para Japón, ya que el anime es el eje central de la estrategia de marketing conocida como “New Cool Japan”, lanzada en junio de 2024, con el objetivo de aumentar la presencia cultural y mediática de Japón a nivel global. Aunque el gobierno japonés respondió formalmente al informe de la ONU, señalando que algunos puntos parecían “incorrectos o parciales”, no se mencionaron de manera específica las empresas de anime dentro de sus comentarios oficiales.
Fuente: Nikkei Business Publications