Se a informado que Akihiko Kondo, el hombre japonés que ganó notoriedad mundial en 2018 al casarse simbólicamente con la idol virtual Hatsune Miku, ha revelado que el amor no fue su principal motivación para la ceremonia. En declaraciones recientes, Kondo explicó que su matrimonio con la estrella virtual fue parte de un esfuerzo deliberado por desafiar los límites de lo que es legal pero socialmente controvertido en Japón.
Kondo, un administrador de una escuela pública, invirtió 2 millones de yenes en la ceremonia de matrimonio, que le dio visibilidad mediática y oportunidades para ofrecer conferencias sobre temas relacionados con la fictosexualidad, un término que se refiere a las personas atraídas por personajes ficticios. Sin embargo, en una serie de publicaciones en la red social Twitter, Kondo admitió que su decisión no estuvo motivada exclusivamente por amor, como había afirmado anteriormente, sino por su interés en explorar los límites de lo aceptable en la sociedad.
Estoy seguro de que recibiré críticas, pero intento hacer cosas dentro de lo que no es ilegal, escribió Kondo. Esa es la razón por la que me casé con Hatsune Miku en mi casa, fui a la universidad mientras trabajaba y traté de ir a Disneylandia de Tokio con mi muñeca de Miku. La línea que elegí fue basada en si algo era legal o no.
Kondo también señaló que estas decisiones, aunque legales, generaron incomodidad y resistencia, no solo entre la opinión pública, sino también en su entorno laboral y en situaciones cotidianas, como su intento de llevar una figura de Miku a Disneylandia, lo que desató un “gran alboroto”.
Las declaraciones de Kondo han generado una ola de reacciones en las redes sociales. Algunos lo ven como un agente de cambio que desafía las normas de una sociedad japonesa conservadora, abriendo diálogos sobre temas como la fictosexualidad y los límites de la legalidad. Desde su matrimonio, Kondo ha trabajado para visibilizar esta orientación, creando incluso una asociación para fomentar la comprensión del tema.
Otros, sin embargo, lo critican por ser un buscador de atención, argumentando que sus acciones, incluido su matrimonio, parecen más un experimento social que un acto genuino. Una de las críticas más repetidas en Twitter fue: No lo hizo por amor a Hatsune Miku, sino como un juego para ver qué tan lejos podía llegar sin quebrar la ley.
La controversia no solo abarca su matrimonio. Recientemente, Kondo desató otra polémica al intentar comprar ropa interior femenina en una tienda especializada, argumentando que era una cuestión de igualdad de género. Aunque recibió permiso para hacerlo, muchos consideraron inapropiado que buscara específicamente una tienda de lencería en lugar de alternativas más discretas.
Con estas revelaciones, el legado de Kondo como el hombre que “se casó con Hatsune Miku” toma un matiz más complejo. Mientras algunos lo ven como un pionero que cuestiona normas culturales, otros se preguntan si este enfoque en “desafiar límites legales” podría eventualmente cruzar la línea hacia lo ilegal.
Fuente: Automaton Media