Siempre emos encontrado con el paso del tiempo nuevas curiosidades de la franquicia de “Dragon Ball” siguió hasta la Saga de Majin Buu porque Toriyama estaba súper motivado, piénsalo otra vez. En una entrevista reciente, sus exeditores Kazuhiko Torishima, Yu Kondo y Fuyuto Takeda soltaron varias bombas sobre lo que pasaba realmente detrás de bambalinas.
Durante la Saga de Cell, Toriyama estaba listo para cerrar el telón y seguir adelante con su vida. Pero la editorial no estaba de acuerdo. Aunque al principio no tomaron en serio su intención de terminar, al final le metieron presión para que siguiera. Takeda, uno de sus editores, siempre estuvo de su lado y trató de hacerle la vida más fácil, pero aún así la serie terminó extendiéndose dos años y medio más. Toriyama probablemente pensó que solo le quedaban unas semanas o meses de historia, pero la realidad fue otra.
Cuando le preguntaron a Toriyama si le gustaba diseñar nuevos personajes, él confesó que en realidad le divertía más crear figuras redondas y graciosas. ¿La solución? Crear a Majin Buu, un villano con apariencia tierna y cómica. Torishima insistía en que la serie debió terminar antes, pero los editores notaron que Toriyama se estaba divirtiendo con esta última parte. ¿Ejemplo claro? Los gags absurdos como el Ataque Kamikaze Fantasma de Gotenks, que dejó a los editores entre sorprendidos y confundidos.
Después de la locura de viajes en el tiempo y paradojas en la Saga de Cell, Toriyama decidió que ya era suficiente con las tramas complicadas. La Saga de Majin Buu se convirtió en una especie de respiro: menos lógica enredada, más comedia y puro caos al estilo Dr. Slump. El personaje de Mr. Satán se metió a la historia con la idea de meter más humor, y al final terminó siendo clave para salvar el mundo.
Otro dato loco: Toriyama nunca quiso crear a Freezer. Su editor Kondo tenía la regla de que un personaje tenía que verse “cool” para que funcionara, y Freezer fue más un producto de presión editorial que algo que Toriyama realmente disfrutara dibujar. De hecho, Toriyama llegó a un punto en el que ya no quería dibujar a Freezer, lo que llevó a la creación de Cell.
Pero incluso con Cell hubo problemas: su diseño original era más insectoide, y los editores pensaron que no era lo suficientemente atractivo como villano. Cuando le dieron una apariencia más humanoide, su aceptación mejoró. La lógica detrás de esto venía de experiencias previas: en “Dragon Ball”, cada vez que un enemigo era demasiado monstruoso o enorme (como los simios gigantes), la popularidad caía. Así que apostaron por mantener los combates entre personajes más similares en tamaño.
Aunque Toriyama siempre dio lo mejor de sí, con el tiempo su entusiasmo fue decayendo. Diez años después, cuando le propusieron hacer algo nuevo con la serie, simplemente respondió que ya no le parecía divertido. Durante la Saga de Buu y el final de la de Freezer, todavía tenía energía e ideas frescas, pero con los años su interés fue cambiando. El Toriyama de antes, el que metía ideas locas y disfrutaba hacer gags absurdos, ya no estaba igual de motivado.
A pesar de la insistencia de la editorial, Toriyama logró cerrar la historia a su manera con la Saga de Buu. Fue un final más relajado, con menos complicaciones y más diversión. Estos detalles muestran que, aunque “Dragon Ball” fue un fenómeno mundial, su creador tuvo que lidiar con muchas presiones para mantener el equilibrio entre su creatividad y lo que la editorial quería vender. En otras palabras, lo que pudo haber terminado con Cell, terminó extendiéndose por pura insistencia externa.
Fuente: Venixys en X