Se a informado que en las últimas horas, Studio Ghibli se ha vuelto tendencia en redes sociales, pero no por la razón que crees. Todo se dirige hacia una mujer colombiana llamada Geraldine Fernández Ruiz, quien aseguró hasta el último momento que trabajó con Studio Ghibli en la producción de la galardonada película de Hayao Miyazaki, “Kimitachi wa Dou Ikiru ka (The Boy and the Heron)”.
Dada la globalización del anime y la necesidad de los estudios de contratar más personal de animación, Japón ha recurrido a contratar talento extranjero para sus producciones. Es cada vez más común que aparezcan usuarios en Twitter afirmando que trabajaron en alguna producción de anime y mostrando los cortes (es decir, las secuencias) en las que participaron.
Sin embargo, Geraldine Fernández Ruiz afirmó que había trabajado con Studio Ghibli y que había hecho la increíble cantidad de “más de 25 mil fotogramas para la película”, lo que equivaldría a 35 minutos de película. Desde este punto los internautas empezaron a dudar de su historia, pero los medios se apresuraron a cubrir esta noticia prácticamente rogándole por una entrevista.
Por supuesto, los colombianos no tardaron en presumir con orgullo que una de ellas había logrado participar en uno de los estudios de anime más prestigiosos de Japón y bajo la tutela del reconocido director Hayao Miyazaki. En las entrevistas en las que participó, la mujer aseguró que “realizó gran parte de las animaciones de la película” y que fue tan reconocida dentro del estudio que el propio Hayao Miyazaki empezó a referirse a ella como “la colombiana”.
Desafortunadamente para Geraldine, no estamos en los años 80 en donde podías decir cualquier tontería y no existía el Internet para corroborar la información. Plataformas como IMDb se encargan de listar a todo el personal participante de una película de animación, y dado que ya se ha estrenado en este lado del charco, los registros son aún más precisos. Así, los internautas no tardaron en descubrir que, dentro de la producción, no existe nadie con el nombre de “Geraldine Fernández Ruiz”.
De hecho, la producción de “Kimitachi wa Dou Ikiru ka (The Boy and the Heron)” tan solo cuenta con dos animadores de fuera de Japón, lo que denota el esfuerzo de Studio Ghibli de trabajar solo con talento japonés. Pero muchas personas no tienen la suficiente experiencia en Internet y empezaron a llamar “envidiosos” a todos los que acusaban a Geraldine de estar diciendo mentiras.
- «A menos que se haya cambiado el nombre o no haya sido acreditada por alguna razón, ella no existe en los créditos. Para referencia, la lista completa de animadores (hay dos extranjeros, pero ninguno coincide con su nombre)».
Pero la mujer continuó con su cuento y afirmó que había asistido a la gala de los Premios Globo de Oro, y allí muchos descubrieron sus verdaderas intenciones. En su comentario, la mujer empezó a agradecer a un empresario colombiano por haberla apoyado en “su trayectoria como animadora”, delatando que lo que buscaba desde un principio era elevar la reputación de este sujeto.
Al final, la evidencia más contundente llegó de Julieta Colás, una animadora latina que vive en Japón, y quien acusó abiertamente a “la colombiana” de estar diciendo una sarta de mentiras:
- «Esta mujer ha estado diciendo que trabajó en “The Boy and the Heron”. Dice que ella personalmente dibujó 25 mil fotogramas para la película desde Colombia, y que Miyazaki sabe hasta su nombre. Se llama a sí misma “ILUSTRADORA” todo el tiempo. Nunca ha mostrado una sola ilustración. QUÉ HUEVOS PARA MENTIR DE ESTA FORMA».
Y continuó: «Hay mujeres latinas que han trabajado realmente en la industria del anime (yo soy una de ellas, y estoy viviendo en Japón), y se han dejado la piel en ello (yo tengo una herida bastante mala), como para que un día aparezca este tipo de gente ESTAFADORA desinformando a todo el mundo».
La animadora Sakura Kayama también explicó al respecto.
De hecho, también descubrieron que todas las ilustraciones y proyectos en los que Geraldine Fernández Ruiz afirmaba haber participado y presumía en Linkedin e Instagram, en realidad las había robado de otras cuentas de ilustraciones. Ciertamente es un orgullo cuando un animador latino afirma y ofrece evidencia para demostrar que participó en una producción de anime, un medio de entretenimiento cada vez más popular en todo el mundo.
Lamentablemente, Latinoamérica volvió a caer de la gracia del mundo con esta vergonzosa actuación de “la colombiana” y todos los medios que la hicieron viral sin molestarse en verificar nada.
Fuente: Twitter