Una mujer en Japón le a cortado el dedo a su Novio para evitar que se pueda casar con otra persona

La policía de Japón del distrito de Sonezaki, en Osaka, informó el pasado 23 de abril sobre la detención de Saki Sato, una joven desempleada de 23 años que enfrenta cargos por infligir lesiones graves a su pareja. De acuerdo con el informe policial, Sato convivía con el joven de unos 20 años y mantenían una relación sentimental, aunque con antecedentes de violencia doméstica.

Según las autoridades de Japón, entre septiembre de 2024 y enero de 2025, la mujer habría perpetrado múltiples actos violentos contra el hombre, las agresiones incluyeron golpes reiterados al rostro, cortes con tijeras y una herida particularmente grave en el dedo anular izquierdo, el cual fue cercenado con un hacha. Este dedo, clave simbólica para el matrimonio, fue hallado dentro de una botella con líquido conservante guardada en el refrigerador, lo que sugiere una acción premeditada.

Durante su declaración, la víctima explicó que fue atacado tras ser acusado por Sato de una supuesta infidelidad, el motivo detrás del acto fue contundente y perturbador. Según las propias palabras del joven, afirmo: Ella me lastimó porque no quería que pudiera casarme con otra mujer, relató el joven, aún conmocionado por la experiencia que tuvo por este acto que realizo Sato contra él.

Las autoridades de Japón, confirmaron que esta es la tercera vez que Saki Sato es arrestada por hechos similares contra la misma persona, y es que las dos detenciones anteriores también involucraron violencia física, pero ninguna llegó a los niveles de brutalidad del reciente ataque. Sin embargo, las autoridades de Japón, en ocasiones anteriores, fue procesada pero puesta en libertad con medidas condicionales.

Hasta el momento, la acusada niega los cargos, pero la fiscalía ya ha iniciado el proceso de acusación formal debido al historial delictivo y la gravedad de las lesiones, también se analiza si podría enfrentar cargos adicionales por premeditación o tentativa de homicidio, dependiendo del avance de las pericias psicológicas y testimoniales.

Este caso en Japón ha encendido las alarmas en organismos de defensa de las víctimas, dando que ahora piden un mayor seguimiento psicológico a personas con historial violento y mecanismos de protección más efectivos para evitar la repetición de agresiones dentro del mismo vínculo. El caso de Saki Sato ha generado una oleada de reacciones tanto en medios como en redes sociales.

Donde la opinión pública se divide entre el repudio al acto y la crítica hacia las autoridades por no haber actuado con mayor contundencia en arrestos previos, este hecho deja en evidencia la necesidad urgente de reforzar los sistemas de prevención, atención a la salud mental y protección a víctimas de violencia en relaciones de pareja. Porque el amor, cuando se convierte en obsesión, puede transformarse en una amenaza real.

Fuente: The Sankei Shimbun

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